Un día precioso de otoño, comiendo en casa de mis amigos
No podemos ver o escuchar el otoño, o sostenerlo en nuestras manos, pero cuando las hojas se tornan rojas y las espigas del arroz se vuelven doradas, ambas señalan la llegada del otoño. Cuando escuchamos el chirriar de los grillos en la noche o un chubasco otoñal golpea los aleros de las casas, o cuando cogemos manzanas y caquis, estamos abrazando el otoño. El otoño se convierte en algo que tiene sabor.
Semillas Zen (Shundo Aoyama)
como ser peude ser tan buena cocinera y a la vez tan buena fotografa, las virtudes estan mal repartidas.
Bona cuinera, fotògrafa, ceramista…una exquisidesa…
😉