Sobre mi pasado

Cuando recordamos nuestra niñez, inevitablemente acuden a la memoria las imágenes de nuestras comidas infantiles. En mi caso, estas imágenes están ligadas a mis dos abuelas, mis dos queridas abuelas.Tan distintas entre ellas y tan buenas cocineras las dos.

No recuerdo lo que merendaba en la casa de mis padres, en Benissa, pero nunca olvidaré las merendolas que me preparaba mi abuela Encarnación. Me preparaba galletas María con leche condensada, y espolvoreaba un poco de Colacao por encima. ¡¡Hummmm, que bueno!!!. También era una maestra preparando las empanadillas con revuelto de huevo y tomate, los canelones y los dulces navideños. Ni que decir tiene que cuando no me gustaba la comida de casa, me “fugaba” a casa de la abuela y pedía asilo gastronómico.

Mi otra abuela, María, vivía en Senija, el pueblo de mi madre. De allí recuerdo el pan de leche y el chocolate Elgorriaga, que compraba en el colmado del pueblo con los dineritos que me daba la abuela. En Navidad me quedaba a vivir con ellos, y a pesar del frío que hacía en la casa de Senija, sólo tengo buenos recuerdos. Dormíamos los tres en la misma habitación, yo con la abuela en la misma cama, para estar más calentitos. Antes de bajar a desayunar, hacía una incursión en la habitación que fué de mi madre, y encima del armario estaba el tesoro: los “pastissets de moniato” que mi abuela preparaba unos cinco días antes de Navidad. Con la ayuda de una silla, trepaba hasta la bandeja y daba buena cuenta de cuatro o cinco pasteles. Riquísimos. Después había que ensayar la carita de niñaquenoharotonuncaunplato, aunque, claro, todos sabían que las desapariciones no se debían a los ratones.

Otro recuerdo muy presente, es el que se refiere al apaño que mi abuelo se llevaba para comer en el campo. En un cesto pequeño mi abuela le ponía un trozo de pan, un huevo duro, una fiambrera con algo de salazón o sobrasada, sal y aceite. Luego por las noches, cenaba algo caliente, que era casi siempre un plato de arroz. La abuela y yo comíamos solas a mediodía, y siempre estaba preparando mi plato preferido, tallarines con una cucharada de Tulipán y huevo. Yo entonces era poco exigente. Por la noche  cenaba sentada en el umbral de la casa, cotilleando a los vecinos, ¡¡¡un bocadillo de revuelto de huevo con tomate!!!, ¿se puede pedir más?.

 Este blog está dedicado a estos dos seres entrañables, mis queridas abuelas, que tanto me quisieron y tanto me enseñaron. Va por ellas.

 

 

9 pensamientos en “Sobre mi pasado

  1. Me encanta lo que leo. Sé que me voy a disfrutar muchísimo de tu rincón porque es acogedor y porque se siente como si estuvieras aqui sentada conmigo en el sofa… Un beso grande

  2. He llegado hasta tu cuaderno a través de la amiga M.Jesús Sarmiento y todo lo que he podido ver hasta ahora es para disfrutar, los aromas y sabores sugeridos que parecen alcanzarse, las fotos e imágenes con cerámicas incluídas, la exquisitez y buen gusto de la redacción de los textos. Uno, que es más proclive a degustar los platos que a prepararlos, no puede evadirse a la sugestión de las propuestas que aquí vas dejando. Enhorabuena.
    Salud

    Julio G. Alonso

  3. Excellent !, really tasty, I feel like so much to have scramble eggs with tomato. Delicious ! I know well your deli meals. I also love your webside «el color de la oliva «. Very fine.

    Congratulations.

  4. Encarna!!!! Sencillamente, es genial!. Sólo he «hojeado» x encima ste blog…. y ya con este mini acercamiento de 5 minutos, consigues transmitir la delicia de la buena cocina, el arte de la fotografia y tu cercanía, casi casi huele a recién hecho. No en vano la boca se va haciendo agua!!!!

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