Magdalenas de naranja y semillas de amapola

 

 

En la bandeja había vodka, licores, seta saladas, galletas de centeno, miel cocida y espumosa, manzanas, nueces frescas, tostadas y con miel. Después Anisia Fiodorovna trajo mermelada hecha con miel y con azúcar, jamón y un pollo que acababa de asar.  Todo estaba escogido y preparado por Anisia Fiodorovna. Todo recordaba su frescura, su limpieza, su blancura y su sonrisa agradable. Coma usted, condesa –decía ofreciendo a Natasha tan pronto una cosa como otra.

Nastasha comió de todo; le parecía que nunca había visto ni comido tales galletas, mermelada tan buena, nueces con miel como ésas ni un pollo como aquél. Anisia Fiodorovna salió. Rovtov y el tío tomaron licor de cerezas después de cenar mientras hablaban de la caza que había tenido lugar y de la próxima, de Rugay de de los perros de Ilaguin. Natasha, con los ojos brillantes se mantenía erguida escuchándolos. Varias veces intentó despertar a Petia para que comiera algo, pero éste le respondía con palabras incoherentes, al parecer, sin despertarse. Natasha estaba tan alegre y tan a gusto en aquel ambiente nuevo para ella, que temía que el coche viniera demasiado pronto a buscarla. Después de un momento de silencio casual, como sucede casi siempre a personas que reciben por primera vez a unos conocidos, el tío, respondiendo al pensamiento de sus huéspedes, dijo:

 Así es como termino mi vida… ¿Cuando uno muera, no quedará nada. ¿Para qué pecar?

 Guerra y paz (Tolstói)

MAGDALENAS

El secreto de las magdalenas cosiste en no batir demasiado la masa. Para que quede ligera, hay que mezclar los ingredientes poco tiempo.

El modo de hacerlo es echar todos los ingredientes secos en un cuenco, y en el otro, mezclar todos los ingredientes húmedos. Luego se mezclan ambos, pero sólo hasta conseguir que los secos adquieran humedad, aunque queden grumos.

Vierta la mezcla en los moldes y hornéelo hasta que la masa aumente. La magdalena resultante debe ser ligera y, al partirla, debe de estar tierna y húmeda por dentro.

Lo mejor es comerse las magdalenas el día que se hacen. Si sobran, se pueden congelar.

INGREDIENTES

300 gr. de harina blanca de espelta.

½ sobre de levadura royal

3 cucharadas de azúcar moreno.

2 cucharadas de semillas de amapola.

1 ½ cucharadas de ralladura de naranja.

100ml. de aceite de oliva.

105 gr. de mermelada de naranja o albaricoque.

2 huevos.

80ml. de leche.

1.- Precalentar el horno a 200ºC. y preparar los moldes para unas 12 magdalenas medianas. Tamice la harina, la levadura y el azúcar en un recipiente grande. Añada las semillas de amapola y la ralladura de naranja y haga un hoyo en el centro.

2.- Mezclar el aceite y la mermelada y remover hasta obtener una mezcla suave. Añada los huevos y la leche.

3.- Añadir la mezcla liquida a los ingredientes sólidos. Remover con una cuchara hasta que hayan unido bien. No batir demasiado la mezcla, pues debe tener una textura grumosa.

4.- Colocar la mezcla en los moldes  para magdalenas y hornear entre 12 y 15 minutos. Dejar las magdalenas en el molde 5 minutos más antes de desmoldarlas con cuidado y colocarlas sobre una rejilla para que se enfríen.

Yo diría con casi toda seguridad que las magdalenas  y un té es lo que mas me gusta merendar.

 

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